La operación y la evaluación son fases críticas del ciclo de mejora continua que permiten ejecutar y controlar los procesos sanitarios y medir su eficacia.
- Operación: Se refiere a la planificación y el control de todos los procesos que impactan directamente en la calidad del servicio. Esto incluye la admisión de pacientes, la atención clínica, la gestión de citas, el suministro de medicamentos, la limpieza y el mantenimiento. La estandarización de procedimientos a través de protocolos, guías e instrucciones de trabajo es clave para reducir la variabilidad y minimizar errores.
- Evaluación del desempeño: Consiste en medir la eficacia del sistema para asegurar que se cumplen los objetivos. Se realiza a través de:
- Indicadores de calidad: Métricas objetivas como tiempos de espera, tasas de infección, o encuestas de satisfacción del usuario.
- Auditorías internas: Revisiones sistemáticas para verificar que los procesos se realizan según lo planificado.
Los resultados obtenidos se analizan en las revisiones por la dirección, que son fundamentales para tomar decisiones informadas e iniciar acciones correctoras cuando se detectan desviaciones.