Además de los riesgos físicos, el puesto de telefonista conlleva una importante carga mental y vocal.
- Carga mental y estrés laboral: La atención sostenida, la gestión de múltiples llamadas y el trato con usuarios en tensión pueden generar fatiga mental, palpitaciones e insomnio.
- Factores psicosociales: La presión de tiempos, la gestión de reclamaciones, la falta de reconocimiento o la inseguridad laboral pueden generar estrés crónico, ansiedad y síndrome de burnout (desgaste profesional).
- Fatiga vocal: El uso continuo de la voz puede provocar disfonía y otras patologías de las cuerdas vocales. Este riesgo se analiza en profundidad en el tema 25.