El Ciudadano como Centro del Sistema Sanitario

La perspectiva del SAS se centra en el paciente, reconociendo su autonomía y dignidad. El usuario tiene derecho a participar en las decisiones sobre su salud, recibir información comprensible y ser tratado con respeto.

Derecho a la información, intimidad y confidencialidad:

La normativa (Ley Orgánica 15/1999 y RGPD) reconoce el derecho del paciente a conocer el estado de sus procedimientos, identificar al personal y obtener copias de documentos. La confidencialidad de la información personal y sanitaria está garantizada, y su vulneración puede acarrear responsabilidades disciplinarias y penales. Solo el personal autorizado puede acceder a la historia clínica.

Los profesionales deben evitar expresiones paternalistas y potenciar la corresponsabilidad del paciente en la gestión de su propia salud.