La calidad en la atención implica satisfacer las expectativas de los ciudadanos y mejorar continuamente los procesos. Los usuarios valoran aspectos clave que definen un servicio de calidad.
- Expectativas del usuario: El ciudadano valora que se le devuelva la llamada, que se le explique el problema, que se le facilite un número de contacto y que se le informe del tiempo estimado de resolución.
- Responsabilidad profesional: Los profesionales deben comunicar las incidencias que no puedan resolver a sus superiores. Los responsables, a su vez, deben recoger sugerencias para eliminar errores sistémicos.
- Fiabilidad y formalidad: Es esencial evitar que el usuario deba desplazarse o aportar documentos que ya obran en poder de la Administración. El cumplimiento riguroso de los compromisos genera confianza.
- Proactividad del SAS: El Servicio Andaluz de Salud debe informar con antelación a los usuarios sobre cualquier cambio que les pueda afectar, como modificaciones en fechas, lugares o requisitos de atención.