En las organizaciones sanitarias, la comunicación es la base de las relaciones interpersonales y del trabajo en equipo. En la centralita, permite coordinar citas, transmitir instrucciones, atender urgencias y resolver incidencias. Una buena comunicación interna mejora la calidad del servicio y refuerza la imagen del centro.
El lenguaje como medio de comunicación:
El telefonista debe elegir palabras sencillas, evitar tecnicismos y adaptar su vocabulario al interlocutor. Es clave controlar la velocidad y la entonación, utilizar frases cortas y confirmar la comprensión. Una pronunciación clara y un tono amable generan confianza.
Habilidades sociales en la comunicación telefónica:
La atención telefónica requiere cultivar la cortesía, la empatía y la paciencia. Esto incluye saludar cordialmente, presentarse, escuchar sin interrumpir, preguntar de forma no invasiva y despedirse adecuadamente. Adoptar un tono positivo, vocalizar con claridad y sonreír mientras se habla personaliza la interacción y fortalece la reputación del servicio.