Los centros sanitarios generan residuos de diversa naturaleza que se clasifican en diferentes categorías para su correcta gestión:
- Residuos asimilados a urbanos: Similares a los domésticos (papel, plástico).
- Residuos biosanitarios no infecciosos: Material en contacto con pacientes sin riesgo infeccioso (guantes, gasas no contaminadas).
- Residuos biosanitarios infecciosos: Contienen patógenos y requieren tratamiento de esterilización. Se gestionan en contenedores rígidos.
- Residuos químicos, citotóxicos y radiactivos: De alta toxicidad (laboratorios, oncología, medicina nuclear), requieren almacenamiento y eliminación por gestores autorizados y contenedores especiales.
La gestión de estos residuos implica la segregación en origen, el uso de contenedores homologados, el etiquetado correcto y la contratación de gestores autorizados para garantizar un tratamiento adecuado y la trazabilidad.