La limpieza (eliminar suciedad) y la desinfección (eliminar microorganismos) son procesos fundamentales. Para una limpieza eficaz se aplica el Círculo de Sinner, que equilibra cuatro factores: acción química (producto), acción mecánica (frotar), temperatura y tiempo de actuación.
Los productos de limpieza se clasifican principalmente en:
- Detergentes: Su función es limpiar. Se clasifican por su pH:
- Ácidos: Para suciedad mineral (cal, óxido).
- Neutros: Para superficies delicadas.
- Alcalinos: Para suciedad orgánica (grasas).
- Desinfectantes: Destruyen microorganismos.
- Lejía (Hipoclorito sódico): Potente y económica. Es corrosiva y se inactiva con materia orgánica. NUNCA debe mezclarse con amoníaco, ya que libera gases tóxicos.
- Amonio cuaternario: Tiene propiedades tanto desinfectantes como detergentes.