Para que se produzca un incendio, deben coincidir tres elementos, formando el "Triángulo del Fuego": Combustible (lo que arde), Comburente (oxígeno) y Energía de Activación (calor o chispa). La extinción se basa en eliminar uno de ellos.
Los fuegos se clasifican en clases. La Clase F es específica para fuegos derivados de aceites y grasas de cocina.
El Plan de Autoprotección es el documento que organiza la respuesta ante emergencias. Su estructura incluye:
- Un inventario y evaluación de riesgos (dónde puede originarse un incendio).
- Un inventario de los medios de protección disponibles (extintores, detectores, etc.).
- Un Plan de Actuación que define qué hacer y quién debe hacerlo.
Las emergencias se clasifican en niveles:
- Conato de emergencia (Nivel 1): Puede ser controlado por el personal presente.
- Emergencia parcial (Nivel 2): Requiere equipos especiales del centro y puede implicar una evacuación parcial.
- Emergencia general (Nivel 3): Requiere ayuda externa (bomberos) y puede suponer la evacuación total.