Para garantizar la calidad de forma objetiva, se debe diseñar un plan de calidad que incluya medidas preventivas, correctoras y de control. Los objetivos de esta gestión se dividen en dos grandes áreas:
1. Calidad del Producto Alimenticio
Se centra en que el plato sea satisfactorio, nutritivo y seguro, abarcando tres aspectos:
- Calidad Nutricional: Asegurar que se cumplen todos los requerimientos de la dieta prescrita al paciente.
- Calidad Organoléptica: Cuidar las características que se perciben por los sentidos: buen sabor, olor, textura y una presentación agradable.
- Calidad Higiénica: Garantizar la inocuidad del alimento mediante una correcta manipulación, conservación y limpieza en todas las fases para evitar toxiinfecciones.
2. Calidad del Servicio
Se enfoca en que la entrega y el trato al paciente sean adecuados:
- Condiciones adecuadas: Tanto higiénicas como tecnológicas (uso de bandejas isotérmicas, carros, etc.).
- Trato correcto al cliente: La amabilidad, la atención y la profesionalidad del personal que sirve la comida.
- Cumplimiento de criterios: Respetar los horarios de comida y la legislación vigente.