En el entorno hospitalario, las dietas se adaptan a las necesidades específicas de cada paciente. Se dividen principalmente en:
- Dieta Basal: Es la dieta normal, sin ninguna restricción, destinada a pacientes cuya patología no requiere una modificación alimentaria.
- Dieta Terapéutica: Es una modificación de la dieta basal para tratar o controlar una enfermedad. Las modificaciones pueden ser:
Modificaciones de Consistencia:
- Líquida: A base de caldos, infusiones y zumos.
- Semilíquida o Túrmix: Alimentos triturados en forma de puré.
- Blanda: Alimentos de textura suave y fácil masticación y digestión.
Modificaciones de Nutrientes:
- Hipocalórica/Hipercalórica: Con restricción o aumento de calorías.
- Hiposódica: Baja en sal (para hipertensión, problemas renales).
- Diabética (Hipoglucémica): Con control estricto de los hidratos de carbono.
- Hipoproteica: Baja en proteínas (para insuficiencia renal).
- Astringente: Para procesos diarreicos (arroz blanco, pollo hervido, etc.).
Dietas de Exclusión:
- Sin gluten: Para pacientes celíacos.
- Sin lactosa: Para intolerantes a la lactosa.