Una dieta equilibrada es aquella que aporta todos los nutrientes necesarios, en las cantidades y proporciones adecuadas, para mantener un buen estado de salud. Debe cumplir cuatro principios básicos:
- Completa: Debe contener todos los grupos de nutrientes.
- Equilibrada: Los nutrientes deben estar en una proporción adecuada. Por ejemplo: 45-60% hidratos de carbono, 30-35% grasas y 12-15% proteínas.
- Suficiente: Debe cubrir las necesidades energéticas de la persona, sin excesos ni defectos.
- Variada: Debe incluir una amplia diversidad de alimentos para asegurar el aporte de todos los micronutrientes.
Para facilitar la creación de dietas equilibradas, existen herramientas gráficas como:
- La Rueda de los Alimentos: Clasifica los alimentos en grupos según su función principal (energética, plástica o reguladora).
- La Pirámide de la Alimentación Saludable: Ordena los alimentos según la frecuencia de consumo recomendada. En la base se sitúan los de consumo diario (frutas, verduras) y en el vértice los de consumo ocasional (dulces, grasas saturadas).