Centralizar la producción de comidas en un hospital ofrece múltiples ventajas clave:
- Máxima higiene: Se concentran los controles y se reducen los riesgos de contaminación.
- Mejor presentación: El emplatado se cuida al detalle en la propia cocina.
- Temperatura idónea: Se usan carros térmicos para garantizar que la comida llegue a la temperatura correcta.
- Aspecto económico: Se optimizan las compras de materia prima y se reduce el desperdicio de alimentos.
- Criterio dietético uniforme: Se asegura que todos los pacientes reciban su dieta prescrita de forma estandarizada y controlada.