Un programa de calidad en el tratamiento de textiles de hospital debe enfocarse en tres metas fundamentales para garantizar un servicio completo, seguro y duradero.
- Calidad Higiénica del Producto: Es el objetivo principal. No se trata solo de eliminar la suciedad visible, sino de erradicar la contaminación invisible por microorganismos. La ropa debe ser higiénicamente segura para prevenir infecciones.
- Calidad Estética del Producto: La ropa limpia debe tener una apariencia impecable. Esto implica que no tenga manchas, conserve sus características de suavidad y confort, y presente un deterioro mínimo tras los lavados, manteniendo un buen aspecto general.
- Calidad del Proceso: Se refiere a utilizar un método de lavado y planchado que logre los objetivos de higiene y estética con el mínimo deterioro posible para los tejidos. Un proceso de calidad es eficiente, evita el "reproceso" (volver a lavar) y es respetuoso con el medioambiente, alargando la vida útil de la ropa.