El principal objetivo del circuito de la ropa sucia es contener la contaminación y evitar su diseminación por el entorno hospitalario. Las fases del proceso son:
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Manipulación: Debe ser mínima y realizarse con precaución. Es obligatorio que el personal utilice Equipos de Protección Individual (EPIs), como guantes y mascarillas.
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Recogida: Se hace de forma selectiva en el mismo lugar donde se genera (planta, quirófano). La ropa se introduce en bolsas de plástico resistentes, a menudo identificadas por colores. Estas bolsas no deben llenarse más de dos terceras partes (2/3) de su capacidad y deben cerrarse antes de transportarlas.
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Transporte y Almacenamiento: Se usan carros y ascensores de uso exclusivo para la ropa sucia, que nunca deben cruzarse con los del circuito limpio. El almacenamiento debe ser lo más breve posible, manteniendo la ropa en las bolsas cerradas hasta su llegada a la lavandería.