La durabilidad y el tratamiento de la ropa hospitalaria dependen de varios factores clave que pueden acelerar su deterioro:
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Calidad del Tejido: La vida útil de una prenda está directamente relacionada con la composición de sus fibras y el tipo de entrelazado de los hilos.
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Uso Inadecuado: Emplear la ropa para fines distintos a los previstos, como usar una toalla para limpiar superficies, provoca un desgaste prematuro.
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Calidad del Agua: La dureza (exceso de sales de calcio y magnesio) interfiere con los detergentes y puede manchar la ropa, lo que obliga a usar productos secuestrantes. Asimismo, el nivel de pH (acidez) del agua es crucial para la efectividad de los productos de lavado.
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Procesos de Lavandería: Los propios ciclos de lavado, secado y planchado generan abrasión en los tejidos, pérdida de color y pueden provocar el encogimiento de las prendas.