Para garantizar el funcionamiento continuo de la lavandería y la seguridad del personal, el mantenimiento de los equipos es fundamental. Existen dos tipos de mantenimiento que se complementan:
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Mantenimiento Operativo (o Correctivo):
- Consiste en reparar una avería una vez que ya se ha producido.
- No es planificado, sino que responde a un fallo inesperado de la máquina. Su objetivo es devolver el equipo a su estado funcional lo antes posible.
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Mantenimiento Preventivo:
- Es un proceso planificado y proactivo. Consiste en realizar revisiones periódicas para prevenir y evitar futuras averías.
- Incluye tareas como la limpieza, el engrase, el ajuste de piezas y la sustitución de componentes antes de que finalice su vida útil, aunque aún no hayan fallado (tratamiento temprano).
- Un buen plan de mantenimiento preventivo reduce los costes a largo plazo al minimizar las paradas inesperadas y las reparaciones costosas.