La elección de los recursos para una lavandería hospitalaria es una decisión estratégica que debe equilibrar calidad, eficiencia y coste. Los factores clave son:
- Para la Maquinaria: Se debe considerar el tipo y cantidad de ropa, los turnos de trabajo y, sobre todo, la concordancia entre fases. De nada sirve una gran capacidad de lavado si las secadoras o calandras son insuficientes, ya que se crearían "cuellos de botella" que paralizarían el flujo de trabajo.
- Para los Productos de Lavado: Se busca la máxima eficacia con el menor coste y desgaste para los tejidos. Se priorizan los productos biodegradables y, en lavanderías industriales, la dosificación automática es esencial para garantizar la dosis exacta y evitar el derroche.
- Para el Personal: La plantilla debe ser suficiente para cubrir todos los turnos. Es fundamental que el personal reciba formación específica sobre el manejo de la maquinaria y los riesgos asociados. Cada trabajador se asigna a la zona limpia o a la sucia, y el cambio entre ellas requiere un protocolo de aseo.