1. Inicio
Etapa de ilusión y optimismo. Los miembros se muestran cordiales y exploran los objetivos del equipo, tratando de definir su rol dentro del grupo.
2. Conflicto
Aparecen las primeras diferencias y tensiones. Se cuestionan las ideas y los roles, y pueden surgir luchas de poder. Es una fase necesaria para el crecimiento.
3. Normalización
Se superan los conflictos y el equipo empieza a funcionar de forma cohesionada. Se establecen normas, se aceptan los roles y aumenta la confianza mutua.
4. Desempeño
El equipo alcanza su máxima productividad y eficiencia. Trabajan de forma fluida y autónoma, enfocados completamente en alcanzar el objetivo común.
5. Agotamiento
Tras un largo periodo, puede aparecer el desgaste o 'burnout'. El ciclo puede finalizar o requerir la incorporación de nuevos miembros para revitalizar el equipo.