El consentimiento informado es la conformidad libre, voluntaria y consciente de un paciente, manifestada después de recibir la información adecuada, para que se realice una actuación que afecta a su salud. Es la materialización del principio de autonomía.

La forma de prestarlo varía según el caso:

• Regla General: El consentimiento se prestará de forma verbal para la mayoría de los actos sanitarios.
• Obligatoriamente por escrito: Se exige un documento firmado para intervenciones quirúrgicas, procedimientos diagnósticos y terapéuticos invasores, y aquellos que supongan riesgos notorios y previsibles para la salud.

Existen límites y excepciones a su exigencia:

• No se requiere cuando existe un riesgo para la salud pública acreditado.
• Tampoco es necesario si hay un riesgo inmediato y grave para la integridad física o psíquica del paciente y no es posible obtener su autorización.

El consentimiento se otorga por representación cuando el paciente no es capaz de tomar decisiones, tiene la capacidad modificada judicialmente o es menor de edad. No obstante, los mayores de 16 años y menores emancipados consienten por sí mismos, salvo en actuaciones de grave riesgo. Finalmente, las Instrucciones Previas (Voluntad Vital Anticipada en Andalucía) permiten a una persona manifestar sus deseos sobre cuidados futuros.