Esta ley desarrolla el marco estatal en la comunidad, creando el Sistema Sanitario Público de Andalucía (SSPA). Su objetivo es hacer efectivo el derecho a la protección de la salud en Andalucía, basándose en principios como la universalización, la concepción integral de la salud, la descentralización y la participación ciudadana.
La ley amplía y detalla los derechos de los ciudadanos, entre los que destacan:
En cuanto a los deberes, la ley andaluza añade a los generales la obligación específica de firmar el documento de alta voluntaria en caso de que un paciente se niegue a seguir un tratamiento.