El celador debe adaptar su comunicación a las necesidades de cada paciente.
-
Pacientes Pediátricos: Usar un lenguaje adaptado a su edad, un tono de voz suave y ponerse a su altura física. Es clave incluir a la familia para darle seguridad al niño.
-
Pacientes Geriátricos o con Demencia: Crear un entorno tranquilo, presentarse claramente y dar instrucciones sencillas y directas, paso a paso.
-
Pacientes Agitados o Agresivos (Desescalada Verbal): La prioridad es la seguridad. Se debe mantener la distancia, conservar la calma, usar un tono de voz bajo y pausado, escuchar activamente para validar sus sentimientos y establecer límites claros y asertivos.