Para que un equipo sea eficiente, debe cumplir con una serie de características fundamentales:
- Complementariedad: Los miembros dominan diferentes parcelas del proyecto.
- Coordinación: El grupo actúa de forma organizada bajo la dirección de un responsable, siguiendo protocolos consensuados.
- Comunicación: Debe ser abierta y fluida para coordinar las actuaciones.
- Confianza y Empatía: Cada miembro confía en el buen hacer de los demás.
- Compromiso: Cada miembro aporta lo mejor de sí mismo para alcanzar los objetivos del equipo.
- Valoración y Motivación: La labor de cada miembro debe ser reconocida por el resto, lo que actúa como un factor motivacional.
- Aprendizaje: Se produce una interdependencia positiva donde cada uno aprende de los demás.
- Cohesión: Es el resultado de las características anteriores; un equipo cohesionado se siente unido y motivado.