Los almacenes se clasifican según diferentes criterios para adaptarse a las necesidades de la empresa.
Según su función en la red logística:
- Almacén de consolidación: Reúne pedidos pequeños de varios proveedores para agruparlos en un envío de mayor volumen.
- Almacén de división de envíos (o de ruptura): Recibe pedidos de gran volumen y los divide en envíos más pequeños para distribuirlos a diferentes clientes.
Según su relación con el flujo de producción:
- De materias primas: Contienen materiales para ser usados en el proceso de transformación.
- De productos intermedios: Sirven de "colchón" entre distintas fases del proceso productivo.
- De productos terminados: Almacenan el resultado final del proceso.
Según su situación geográfica:
- Almacén central: Próximo a los centros de producción para reducir costes.
- Almacén regional: Cerca de los lugares de consumo para una distribución más rápida.