Son residuos que conllevan un riesgo potencial de infección y requieren medidas de prevención en su manipulación, recogida y eliminación.
- Agujas y material punzante y/o cortante: Cualquier objeto que pueda cortar o pinchar (agujas, bisturís, pipetas de vidrio).
- Cultivos y reservas de agentes infecciosos: Residuos de análisis microbiológico (placas de Petri, hemocultivos).
- Residuos infecciosos de animales de experimentación: Cadáveres o material de animales inoculados con agentes infecciosos.
- Vacunas vivas y atenuadas: Viales y jeringas con restos de estas vacunas.
- Sangre y hemoderivados en forma líquida: Recipientes con más de 100 ml de sangre u otros líquidos biológicos. Pequeñas cantidades pueden verterse al desagüe con precaución.
- Residuos anatómicos: Restos no incluidos en el Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria.
También se incluyen residuos de pacientes con infecciones específicas como fiebres hemorrágicas, tuberculosis activa, etc.