Un programa de control de infecciones efectivo se basa en la vigilancia activa y medidas rigurosas. Las medidas preventivas se agrupan por su grado de eficacia:
- Grado I (Eficacia Probada):
- Esterilización.
- Lavado de manos.
- Drenaje urinario cerrado.
- Vigilancia de catéteres y no tocar las heridas.
- Uso de guantes y vacunación del personal.
- Grado II (Eficacia Lógica):
- Procedimientos de aislamiento.
- Educación e información al personal.
- Sistemas de vigilancia epidemiológica.
- Grado III (Eficacia Dudosa o Desconocida):
- Desinfección de suelos, paredes y pilas.
- Uso de luz ultravioleta, nebulizadores o flujo laminar.
- Control bacteriológico rutinario del ambiente.