La capacidad de un agente para producir enfermedad depende de varios factores:
- Contagiosidad: Capacidad para extenderse.
- Infectividad: Capacidad para multiplicarse en los tejidos.
- Patogenicidad: Capacidad para producir enfermedad una vez que ha infectado.
- Virulencia: Grado de patogenicidad o "gravedad" de la enfermedad que puede causar.
- Inmunogenicidad: Habilidad para producir una respuesta inmune en el huésped.
El reservorio es el hábitat (ser animado o inanimado) donde el agente vive y se multiplica. La fuente de infección es desde donde pasa al huésped. Pueden ser el mismo o diferentes.
- Reservorio humano enfermo: Personas con enfermedad activa. La contagiosidad varía según la forma clínica, gravedad y tratamiento.
- Reservorio humano portador: Individuo sin síntomas que puede transmitir el agente. Tipos: precoz (en incubación), convaleciente (tras curar) y sano (colonizado pero no enfermo).
- Reservorio animal (zoonosis): Enfermedades transmitidas de animales a humanos.
- Reservorio telúrico: Suelo, agua y fómites (objetos inanimados).