La higiene y limpieza hospitalaria son elementos primarios para el control de infecciones, ya que permiten romper la cadena epidemiológica. El objetivo del Servicio de Limpieza es garantizar un ambiente con la menor carga de contaminación posible, eliminando la suciedad de superficies como muebles, suelos, paredes, equipos médicos, etc.
Aunque las superficies tienen bajo riesgo de transmisión directa, son una fuente clave de contaminación cruzada secundaria a través de las manos del personal o instrumentos. Una limpieza y desinfección adecuadas pueden reducir hasta un 99% de los microorganismos.
Factores que favorecen la contaminación ambiental: