La ropa sucia llega a la lavandería con una alta carga de contaminación. Su manipulación debe ser mínima y cuidadosa para no diseminar la infección. El personal de la zona sucia debe usar siempre guantes y mascarilla.
- Eliminación de manchas: Antes del lavado, se tratan manchas difíciles. Las de grasa con talco, las de sangre con agua fría y detergente, las de óxido con limón.
- Recogida: Se realiza de forma selectiva en el punto de origen (planta). La ropa se introduce en bolsas de plástico resistentes (identificadas con colores si es necesario), que no se llenan más de dos tercios de su capacidad.
- Transporte: Se usan carros o jaulas de uso exclusivo para ropa sucia, que se limpian y desinfectan periódicamente. El traslado se hace por recorridos y ascensores exclusivos, sin cruzarse con el circuito de ropa limpia.
- Almacenamiento: La ropa sucia se almacena el menor tiempo posible en las mismas bolsas cerradas en las que se recogió, hasta su clasificación y entrada en las lavadoras.