El uso continuado de la maquinaria provoca un desgaste que puede generar averías. Es fundamental un plan de mantenimiento para que los equipos funcionen perfectamente sin interrupciones.
- Mantenimiento Operativo (Correctivo): Consiste en la reparación de las máquinas cuando surge un problema. No se puede planificar porque es inesperado.
- Mantenimiento Preventivo: Consiste en realizar revisiones periódicas para cambiar piezas, reparar pequeños fallos o limpiar y engrasar antes de que se produzca la avería. Se planifica en función de factores como la vida media de las piezas y los costes. Se compone de tres partes:
- Revisiones: Tareas para prevenir el deterioro (limpiar, ajustar, engrasar).
- Inspección periódica: Realizada por técnicos especializados para certificar el buen estado de las máquinas.
- Tratamiento temprano: Reparar o reemplazar piezas antes de que fallen.
Ambos tipos de mantenimiento no son excluyentes, sino que se complementan y deben combinarse.