Tras el lavado, la ropa pasa a la zona de secado, donde se elimina la humedad mediante diferentes equipos.
- Centrifugadoras: Giran la ropa a gran velocidad para eliminar parcialmente el agua retenida en el tejido. Se usan cuando la ropa necesita quedar algo húmeda para el siguiente proceso de planchado.
- Secadoras: Consiguen la eliminación total del agua mediante la aplicación de calor y aire. Se utilizan para prendas que no se pueden planchar (toallas, ropa de bebé). Pueden ser de sistema discontinuo (un solo depósito) o continuo (con perchas que atraviesan un túnel).
- Unidad de desmanchado: Mueble con una pistola de aplicación (en frío o con vapor) para tratar manchas difíciles antes del lavado.
La ropa de línea (sábanas) normalmente no requiere secado y pasa directamente desde la centrifugación a la calandra de planchado.