La finalidad de una lavandería hospitalaria es procesar la ropa sucia y contaminada para convertirla en ropa limpia, higienizada y confortable para el paciente. Dado que la ropa sucia es una fuente de contaminación, la organización espacial y funcional es clave para garantizar la seguridad.
Los principios que rigen su diseño son:
- Separación de Fases: La planta se divide en dos circuitos completamente separados, limpio y sucio, por una barrera sanitaria para que nunca se crucen.
- Marcha Adelante: El flujo de trabajo debe seguir siempre el orden lógico del proceso, avanzando de manera sucesiva desde la zona sucia a la limpia, sin retrocesos ni cruces que puedan causar contaminación.
- Racionalización de Espacios: El diseño debe aprovechar al máximo el espacio, dejando sitio suficiente para las máquinas, la circulación de equipos y el trabajo cómodo del personal.
Funcionalmente, el servicio de lavandería es un servicio integral que requiere la coordinación con otros departamentos como Gerencia, Servicios Generales, Enfermería y Medicina Preventiva.