La congelación conserva los alimentos a temperaturas de -18°C o inferiores, solidificando el agua que contienen e impidiendo la actividad de los microorganismos. La calidad del producto final depende de varios factores clave.
- Carga microbiana inicial: La congelación detiene el crecimiento bacteriano, pero no lo elimina. Es crucial que el alimento sea de máxima calidad y frescura antes de congelarlo.
- Proceso de congelación: La congelación lenta forma grandes cristales de hielo que dañan la estructura del alimento. La congelación rápida (ultracongelación) forma microcristales que no producen daño, conservando mejor la calidad.
- Mantenimiento de la cadena de frío: Es vital evitar que un producto congelado aumente su temperatura. Si la cadena de frío se rompe, se producen daños irreversibles en el alimento.
- Método de descongelación: Debe realizarse siempre en refrigeración o en microondas, nunca a temperatura ambiente. Un producto descongelado no debe volver a congelarse nunca.