Los hidratos de carbono o glúcidos son la principal fuente de energía del organismo (1 gramo aporta 4 kcal). Se recomiendan que supongan entre el 50 y 60% del total de la dieta.
- Azúcares simples (monosacáridos y disacáridos):
- Son de sabor dulce, solubles en agua y se absorben rápidamente (energía inmediata).
- Ejemplos: Glucosa (fuente principal de energía cerebral), Fructosa (frutas, miel), Lactosa (azúcar de la leche) y Sacarosa (azúcar común).
- Azúcares complejos (polisacáridos):
- No son dulces ni solubles. Se absorben lentamente (energía sostenida).
- Ejemplos: Almidón (reserva de energía en vegetales como cereales, legumbres y tubérculos) y Glucógeno (reserva de energía en el hígado y músculo de los animales).
- Fibra dietética: Polisacáridos como la celulosa que no son digeribles pero son beneficiosos para la salud intestinal. Se distingue entre fibra soluble (avena, legumbres, frutas) e insoluble (cereales integrales, piel de frutas).