La leche natural es el producto íntegro y sin adulterar del ordeño de mamíferos sanos. Para su consumo seguro, especialmente en colectividades, debe ser sometida a tratamientos térmicos que eliminan gérmenes patógenos.
Principales tipos de leche según su tratamiento:
- Leche Higienizada: Sometida a un proceso térmico para destruir patógenos sin alterar significativamente sus propiedades. Requiere refrigeración inmediata (<4ºC).
- Leche Certificada: Procede de un ordeño en circuito cerrado con un control sanitario oficial riguroso en todo el proceso.
- Leches Especiales: Modifican su composición original. Incluyen la concentrada (se le quita agua), desnatada (se le quita grasa), fermentada (acidificada por microorganismos) o enriquecida (se le añaden nutrientes).
- Leches Conservadas: Tratadas para una duración superior a 30 días.
- Pasteurizada: Calentada a 72-78°C durante 15 segundos. Requiere refrigeración.
- Esterilizada: Calentada a 110°C durante 20 minutos tras el envasado. No necesita frío si el envase está cerrado.
- UHT (Ultra High Temperature): Calentada a 135-150°C durante 2 segundos. Es el tratamiento más común.