Un almacenamiento adecuado es fundamental para mantener la calidad de los alimentos y prevenir su deterioro. Se deben seguir unas normas higiénicas y de organización estrictas.
- Colocación: Los alimentos deben colocarse en estanterías, nunca directamente en el suelo, y separados de las paredes para permitir la circulación de aire y la limpieza.
- Separación de alimentos: Es crucial almacenar separadamente los alimentos crudos de los cocinados para evitar la contaminación cruzada. Si se usa una única cámara, los cocinados irán en los estantes superiores y los crudos (carnes, verduras) en los inferiores.
- Higiene y control: Las cámaras y almacenes deben desinfectarse de forma obligatoria. Se debe prohibir el almacenamiento conjunto de alimentos con productos de limpieza o sustancias tóxicas.
- Protección del producto: Los alimentos que despiden olores deben estar aislados, y aquellos sensibles a la luz solar, protegidos. También se debe evitar el contacto con insectos o roedores.
- Revisión periódica: Se debe revisar con frecuencia el estado de los alimentos y retirar inmediatamente aquellos que estén deteriorados, infestados o contaminados.