1
Elegir alimentos tratados higiénicamente
Utilizar alimentos que hayan pasado por procesos de seguridad (ej. leche pasteurizada).
2
Cocinar bien los alimentos
Asegurar que el centro del producto alcance al menos 70 °C.
3
Consumir inmediatamente los alimentos cocinados
Evitar la proliferación de microorganismos a temperatura ambiente.
4
Guardar cuidadosamente los alimentos cocinados
Mantenerlos por encima de 60°C (caliente) o por debajo de 10°C (frío).
5
Recalentar bien los alimentos cocinados
Asegurar que se alcanzan de nuevo al menos 70 °C en todo el alimento.